Los niños del Jardín del CNIA – INTA Castelar- realizaron junto a profesionales del Instituto de Recursos Biológicos, una actividad de aproximación a la observación e identificación de aves; asimismo reflexionaron con ellos sobre la importancia del rol de las mismas en el ecosistema.
María Florencia D'ANDREA
Bajo el lema “Las aves hacen mucho por nosotros” se celebró junto a los chicos de sala naranja del Jardín del CNIA el Día Internacional de las Aves Migratorias. Un grupo de profesionales del Grupo Biodiversidad, Ecología y Gestión Ambiental dinamizaron una actividad en la cual invitaron a los niños a reconocer cuatro especies de aves: hornero, cotorra, zorzal y paloma torcaza. Para ello, los niños tuvieron la oportunidad de tocar sus nidos, describirlas físicamente (formas y colores), escuchar sus cantos, imitar su forma de caminar y conocer sus nombres.
El ejercicio se completó con una salida al parque del jardín, durante la cual se pautaron algunas consignas metodológicas como caminar en grupos, desplazarse de modo pausado y hablar en voz baja para no asustar a las aves. Las profesionales, además madres de algunos de los niños de la sala, les comentaron a los pequeños que para investigar y comprender algunos cambios en el ambiente ellas también utilizaban la observación y registro de las aves.
Para la observación se utilizaron binoculares realizados por los niños en el jardín. Se les sugirió observar por el cielo, los árboles y el pasto. Fue grande la sorpresa cuando lograron ver, identificar y nombras las aves. Se produjo una gran emoción cuando reconocían sus cantos, sus características corporales y sus nidos. “El hornero tiene su casita hecha de barro” comentó una nena; “los nidos de las cotorras parecen departamentos” contó otro nene. Este fue el momento donde los niños expresaron mayor entusiasmo.
De regreso a la sala, realizaron una actividad de integración armado un panel con imágenes de las aves avistadas, nombrándolas y pegando la imagen según dónde la habían registrado (cielo, pasto o árboles).
Para finalizar se entregó un mensaje dirigido a las familias de cada nene en el cual se enumeraban algunos de los servicios que las aves prestan al ecosistema y a las personas en particular. Al despedirse cada niño recibió un diploma de observador de aves y un regalito.
Referencias
- Argentina