En Entre Ríos la pérdida del monte nativo es una de las amenazas más serias que enfrentan numerosas especies de aves.
Aldo Vicente PUIG
Las especies de aves son sensibles a los cambios en la estructura del paisaje (en nuestro caso, paisajes son los ambientes productivos rurales) producidos por la pérdida y fragmentación del hábitat. La superficie de bosque nativo de la provincia de Entre Ríos disminuyó en las últimas décadas por avance de la agricultura. Por otro lado, lo que antes eran grandes masas o fragmentos de bosques, denominados parches, a lo largo de este proceso se han reducido en su tamaño y se han aislado físicamente. En consecuencia, los paisajes resultantes podrían no sustentar las necesidades básicas para la supervivencia de la biodiversidad.
En ese sentido la bióloga Noelia Calamari detalla que, “basados en los resultados de este estudio conocemos por un lado la dinámica del cambio en el uso de la tierra, debido a que evaluamos el proceso en distintos periodos de tiempo, del pasado a la actualidad, y por otro lado, conocemos la respuesta de la biodiversidad a la pérdida y fragmentación del bosque nativo. Entonces, mediante la generación de escenarios futuros de cambio en el uso de la tierra, podemos visualizar cómo podrían ser los paisajes a futuro y de este modo podemos anticiparnos a potenciales impactos de estos cambios en el paisaje sobre la biodiversidad del bosque nativo. Asimismo, esta información podría contribuir a orientar estrategias de planificación territorial que compatibilicen producción y conservación, así como delinear estrategias de conservación y restauración de la biodiversidad y sus servicios eco sistémicos”.
Además explica Calamari que el hábitat potencial para las aves continuará disminuyendo hacia el 2030 bajo las alternativas productivas analizadas, con la consecuente reducción en la abundancia de especies de aves sensibles a la fragmentación.
“No obstante, la aplicación de políticas de desarrollo y planificación territorial tendientes a mitigar potenciales impactos negativos sobre el bosque nativo y su biodiversidad, reducirían el efecto sobre las tasas de deforestación y las poblaciones de aves. Entre estos se destaca el escenario de conservación del bosque (en el que se aplicaría la ley provincial de ordenamiento territorial del bosque nativo N° 10.284) el cual mantendría dichos procesos en niveles similares a los registrados en 2008 y ayudaría a conservar las poblaciones de aquellas especies más sensibles a la fragmentación del bosque”, asegura la especialista.
Referencias
- Argentina